Cuando identificamos el origen de un problema, definamos problema como: una alteración del pensamiento que no halla respuestas satisfactorias ante la necesidad de comprender una situación o un comportamiento, el conocimiento de su génesis parece calmar, en parte, ese desasosiego interno que rompe la armonía de quienes o quien lo padece.
La etología (estudio del comportamiento) y específicamente la primatología ofrecen la posibilidad de explorar regresivamente algunas de las conductas que forman parte de la condición humana. De entre las cuestiones que suelen presentarse en las pláticas de sobremesa una de las más comunes son LOS CELOSSSSSSSSSS (imaginen la voz de la hora Chanante).
Para los machos de cualquier especie de animal y hablamos de millones de ellas, la cuestión vital y trascendente es la de eternizar su pool genético. Para ello, además de encontrar la o las parejas que acepten esta oferta, uno de los graves problemas con los que se enfrenta un macho es lo que conocemos como “la certeza paterna”. Es decir, que con aquella hembra con la que hemos copulado quede preñada de nuestro paquete patrimonial, no de otro. Más aún en el caso en el que los padres invierten en la crianza y protección de las crías como los humanos.
Existen variadas estrategias
aplicadas por los machos para tratar de conseguir la certeza paterna: el secuestro,
la vigilancia activa o la presión moral o psicológica en el caso humano.
De cualquier manera en un 14% de los nacimientos en hospitales la criatura no
pertenece al señor que espera y cada vez conocemos más casos entre los animales
de cópulas extra jerárquicas, es decir hembras que son receptivas a machos no
dominantes en la comunidad, escarceos
estos arriesgados por lo que se producen siempre en secreto.
En este sentido, los datos sobre la
infidelidad en hombres y mujeres se han equiparado en los últimos 20 años. Una
reciente investigación del Journal of Couple and Relationship Therapy asegura
que entre un 45 y un 55% de las mujeres casadas son
infieles. Para la sexóloga Janis Springs, autora de “After the
affaire”, la infidelidad afecta a casi un tercio de las parejas. En promedio,
las estadísticas de infidelidad aseguran que el
60% de los hombres son infieles, y que
el 47% de mujeres les sigue los
pasos. Vamos que
aplicando un poco de estadística resulta que en el 80% de los matrimonios uno
de sus miembros tiene una aventura. ¡Toma castaña!
Genera cierta
confusión leer esta información; para los que hemos sido engañados de alguna
manera supone un consuelo, para los que aún no se han enterado un motivo más
para estar inquieto. Jajajajajaja.
Concluyendo, en el caso de los
machos, los celos, son por lo tanto, un atávico residuo de nuestras necesidades
adaptativas y evolutivas. Que luego este bagaje lo convirtamos en una patología
incluso en un delito es cuestión de la perversión de la mente humana que no es
capaz de asumir la falta de control y la realidad de nuestra sexualidad.
Pero conviene saber a las hembras
que a la hora de seleccionar pareja
reproductiva, para los machos de la especie humana, la fidelidad es una de las
cuatro características básicas. Primera; Aspecto físico. Segunda; Familiaridad.
Tercero; Fidelidad. Cuarto; Estatus social. (Gil-Burman 2000).
Así que amigas, si entre vuestros
comportamientos uno de ellos es la promiscuidad se me ocurren dos opciones a la
hora de consolidar su pareja reproductiva. Primera; Oculten a su candidato la
inclinación y no les dejen leer sobre este artículo. Segunda; No descansen hasta
encontrar a ese hombre maravilloso que las ame por encima de cualquier cosa
(que haberlos haylos).
Para nosotros un detalle: cada
día se nos parecen más, vamos hacia la igualdad.
Para todos en general: debemos de
dejar de sentirnos humillados por una infidelidad, perdonarnos y aceptar que a Peter Pan le encontraron hace ya varios años
despellejado en un suburbio y que los Panchos eran una banda narcosatánicos. Abajo
el romanticismo y viva la libertad sexual, el cuerpo es para disfrutarlo y no
se me ocurre ninguna otra forma más que el sexo, bueno se puede aprender a
tocar un instrumento o hacer deporte o caminar por el monte o practicar yoga, tal vez haya algo más pero…
Como un último comentario
personal, me alegro de ser soltero y mi número de teléfono es …
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