viernes, 26 de febrero de 2010

¿POR QUÉ COMPRAMOS MASCOTAS?


Han bastado tan solo 40 años para que el modelo de sociedad actual consiguiera extirpar de nuestras vidas el milenario contacto con la naturaleza. No es de extrañar pues, que cualquiera de nosotros sintamos la necesidad de llenar ese vacío ancestral y atávico. En esencia, éste natural impulso humano es positivo y nos reafirma nuestro estrecho vínculo con el planeta. Sin embargo, la falta de ética propia de nuestra sociedad de consumo convierte ésta demanda en una perversa fuente de ofertas.

Entre las pasiones oscuras de la condición humana se encuentra el afán de posesión cebado por una sociedad liberal de mercado donde todo se comercia. Este desadaptativo impulso en muchos casos se exacerba hasta convertirse en una patología. Y es por ello, que la original necesidad de experiencias humano-animal se ensucia y degrada hasta presentarnos imágenes bosquianas, donde millones de seres vivos son sometidos a todo tipo de aberración en busca de beneficios.

Tanto la filosofía, como la ciencia y la religión dominantes, contribuyen desde hace miles de años para que el resto de los seres vivos, de los que dependemos y con los que compartimos el planeta, sean considerados como “algo” que esta a nuestro servicio y, exceptuando simbólicos avances logrados por valerosos activistas de los derechos de los animales, el grueso de la sociedad vive permeada por esa visión antropocéntrica y egoísta. En este sentido, el “darwinismo social” a justificado con una enorme falta de ética desde los genocidios hasta la degradación mediambiental.

Para los que queremos continuar el legado de lucha para cambiar ésta visión del mundo, la tarea es en extremo complicada. Nos enfrentamos a dos poderosos e injustos enemigos, la tradición, en nombre de la cual se continúa con las matanzas de toros o las ablaciones. Y el modelo de consumo, que como un Sunami, nos ha arrastrado en pocas décadas a sublimar nuestros deseos a través la posesión material. Tan difícil y desigual es la contienda que el enemigo cuenta incluso con el poder de la Administración incapaz de oponerse a ambos influjos. Las condiciones están dadas, de modo que, la demanda y la impunidad han convertido al comercio de seres vivos en el segundo negocio ilícito más rentable del mundo.

El tráfico de seres vivos no humanos conlleva tres graves problemas. El primero tiene que ver con el nivel legal. Las mafias organizadas consiguen mediante la crueldad más humana beneficios de millones de euros anuales acumulando capitales que se reutiliza para generar más delincuencia. Quienes trafican con animales están ligados a los que lo hacen también con personas, con drogas y con armas. Y no son buenas personas, he de creer.

En segundo lugar, el grave problema que genera el tráfico de especies tiene consecuencias desastrosas y de momento invaluables a nivel ecológico. Cómo efecto directo se considera que la captura de especies es la segunda causa de extinción de la biodiversidad, la primera es la destrucción de los hábitat, de la cual, también son responsables las técnicas de deforestación e incendios empleadas para el feroz secuestro. También a nivel ecológico el efecto que provocan las especies invasoras que en muchos casos surgen del excedente del comercio es devastador y pone en serio riesgo los ecosistemas autóctonos. Truchas, cangrejos, tortugas, mapaches, hurones, cotorras y una larga lista de animales salidos de las tiendas, compiten, desplazan y en muchos casos extinguen a nuestra propia fauna, y esto teniendo en cuenta el problema sólo a nivel visible, espanta pensar en lo que estará sucediendo a nivel microfauna, bacterias o virus.

El tercer grave problema que surge del comercio de especies es a nivel ético. Millones de animales son anualmente arrancados de sus hogares originales mediante las prácticas más sanguinarias. En muchos casos, como los primates, es preciso eliminar a la madre para poder arrancar a su hijo de sus brazos. Éste episodio debe resultar tan espantoso para los indefensos animales como para cualquiera de los que esta leyendo este escrito. Desde ese trágico momento de la captura hasta que la victima llega a la casa de cualquier ignorante los animales sufren todo tipo de maltratos; hacinamiento, incomunicación, hambre, sed, castigos físicos y psicológicos. Los traficantes asumen que sólo uno de cada diez animales capturados llegará finalmente hasta el mercado, aún así es muy rentable. Estas prácticas son éticamente inaceptables y emergen del hecho de considerar a los seres vivos como objetos de consumo. Tal consideración supone entre otras cosas “ser de usar y tirar”, la mayoría de las personas ya saben que los animales que adquieren se les van a morir y lo aceptan sin compasión alguna.

Quisiéramos no perder de vista el punto esencial de lo que tratamos de analizar y es que el origen de todo lo expuesto surge desde la demanda que expresan las personas por tener experiencias con los animales. El alejamiento de una vida natural, el deseo de posesión de lo que vemos por la televisión, la propia curiosidad humana, los problemas afectivos y de relaciones sociales, el snobismo, cualquiera que sea o sean las causas, la realidad es que uno de cada tres hogares posee una mascota y el fenómeno va en aumento sobre todo con los animales exóticos que no requieren que se les saque a pasear varias veces al día y que en la mayoría de los casos viven metidos en una urna de cristal.

Para nosotros la cuestión es; ¿Cómo podemos reorientar ésta necesidad para que podamos aprobar los tres niveles legal, ecológico y ético?

Y en eso andamos trabajando, amigas y amigos. Les dejamos de momento con la duda. En nuestro caso desde la difusión y la educación que es a lo que me gustaría dedicar mucho más tiempo preparamos un proyecto de ECOEDUCACIÓN que con gusto iremos compartiendo con quién desee y que a la vez os invitamos a crear con nosotros.

P.D Un especial saludo a mi amigo el veterinario Manolo Valls Aragonés que me enseñó el Heavy metal por primera vez y en español, Obus, Barón Rojo. Qué raro sonaba. Chécate "Maximum the hormone" en japonés, sugerencias de mi hija la pianista. http://www.youtube.com/watch?v=g7tFakKlauM

martes, 23 de febrero de 2010

SALVEMOS EL PLANETA????

Como solemos hacer cuando desayunamos, platicábamos esta mañana la mamá de mis hijos, Teresa Yañez "Mona" y un servidor sobre la vida. Somos de esas personas a las que nos interesa todo, gente incómoda, de los que opinamos e incluso la montamos en cuanto podemos. El caso es que de entre los temas recurrentes tenemos "Qué jodido está México" y "el desastre medioambiental". Ambos temas provocan salpullidos. Sobre México estoy preparando un especial, pero sobre el medioambiente, la "SALVACIÓN DEL PLANETA" Mona me invitío a ver a un tipo genial, George Carlin, comediante gringo brillante y epatante, como nos gusta. Una de mis opiniones desde hace muchos años es que el Planeta no esta en riesgo, jajajajaja, los que estamos en riesgo somos nosotros. Pero mejor que yo mil veces, George hace un monólogo que emparejando el humor y el sarcasmo da con la clave del asunto.
Este artista falleció en el año 2008 y deseamos con todo el cariño que esté en el infierno porque dicen que el reino de los cielos está lleno de Mansos, iuuuuuuuuuu.